Interference, una fascinante e inmersiva obra de arte en la red, sumerge a los espectadores en un mundo sensorial donde la imagen, el sonido y la poesía se fusionan para crear una experiencia que desafía los límites sensoriales del público.

La obra está diseñada como una interfaz visual y auditiva que invita a los espectadores a perderse en una realidad urbana redefinida. En el corazón de esta experiencia se encuentran paisajes urbanos capturados a través de fotografías de diversos espacios. El giroscopio de su teléfono se utiliza para navegar por estos entornos virtuales, proporcionando una sensación de exploración física en un entorno digital.

Las imágenes capturadas se deforman y transforman en tiempo real a medida que el espectador inclina su dispositivo, creando una sinestesia visual y auditiva. Los sonidos que acompañan a estos paisajes urbanos se generan a partir de grabaciones de sonidos de la ciudad, creando una banda sonora en constante evolución que corresponde a los movimientos del espectador.

Interference explora audazmente la cuestión de la frontera entre el ámbito privado y el ámbito público en un entorno urbano moderno. Invita a los espectadores a cuestionar cómo interactúan los espacios públicos y privados, cómo los sonidos de la ciudad impregnan nuestras vidas y cómo la arquitectura urbana puede influir en nuestras emociones y bienestar.